EUROPA
PRESS
30 junio
2018
¿Es
malo teñirse el pelo? 3 situaciones en las que es mejor no hacerlo
Teñirse el pelo es una solución de
belleza que ya no se circunscribe a ninguna circunstancia ni género concreto,
ya no sólo es privativo de las mujeres ni se hace únicamente para ocultar las
canas. Pero, para ello, se emplean tintes que no son saludables al 100% para el
cabello, si bien no están contraindicados.
Desde la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética
(STANPA) señalan que para la coloración capilar se emplean los tintes capilares
y los decolorantes. "Un tinte cosmético es una sustancia capaz de
transformar el color natural del cabello de forma temporal o permanente,
eliminando parte del tono existente o añadiendo uno nuevo. El 70% de las mujeres
del mundo tiñen sus cabellos, al menos una vez en su vida, y muchas lo hacen
con regularidad", afirma.
La frecuencia del teñido del cabello dependerá del producto
cosmético que se emplee y, para ello, se encontrará consejo en los embalajes de
los tintes. "Este tiempo depende del tipo de tinte. Una frecuencia normal
es teñirse cada 4-6 semanas", precisa.
Mientras, la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) precisa que los tintes se clasifican en
función de su duración y de su penetración en el cabello, y los clasifica en
tres tipos:
-
Tintes temporales: Sólo impregnan el pelo en su cubierta externa
por lo que desaparecen con el lavado. No son dañinos para el pelo, pero pueden
producir cuadros indeseables cutáneos (eczema, urticaria) o respiratorios
(asma).
-
Tintes semipermanentes: Aunque igual que los anteriores impregnan
el pelo en su exterior pueden penetrar en el interior del mismo. Por ello
resisten varios lavados.
-
Tintes permanentes: Penetran en la médula del pelo y duran hasta
que el pelo se sustituye. Pueden dañar el cabello por lo que no debe de ser muy
agresivo. Los tintes permanentes deben emplear previamente sustancias
decolorantes (peróxido de oxígeno o amoniaco) para permitir dar un nuevo color
al cabello. En todo caso debe evitarse realizar a la vez dos técnicas agresivas
como permanente y tinte.
En una entrevista con Infosalus,
el especialista de la Academia Española de Dermatología y Venerología
(AEDV) Carlos Morales Raya sostiene que "no tiene por qué ser malo teñirse
el pelo", a no ser que se tenga alergia al tinte.
Según explica, para que el tinte capilar pueda ejercer su
efecto tiene que romper la cutícula del pelo para poder penetrar, a través de
un proceso de poración, impulsado por el empleo del
amoniaco.
"En este proceso la cutícula se ve dañada. Por lo que
100% bueno no es. A través de esos poros creados en la capa más externa del
pelo entran los compuestos del peróxido responsable de la coloración. Este
peróxido disuelve la melanina que contiene el tallo piloso fragmentándose. El
segundo proceso tiene lugar con la oxidación de los compuestos responsables de
la coloración, que son las aminas y los fenoles de los tintes, que al oxidarse
le confieren el color deseado", añade.
A su juicio, si puede evitarse el teñir el pelo siempre será
más saludable para nuestra melena, si bien admite que tampoco supone un
problema seguir colorándose el pelo. "Es mejor evitarlo, aunque todo
depende de la carga emocional de tener canas. Hay que valorar el
riesgo-beneficio", precisa.
Por otro lado, el dermatólogo del Grupo Pedro Jaén subraya
que es mejor decantarse por tintes con menor concentración de peróxido de
amoniaco, aunque eso conllevará una tinción más frecuente, o
optar por teñirse con el tinte natural de henna,
aunque según advierte, "es muy difícil encontrar henna
pura".
Sobre los tintes naturales avisa de que estos suelen ser
semipermanentes, no llevan amoniaco, pero sí contienen otras sustancias
alcalinizantes que tampoco son muy favorecedoras para el pelo.
Casos en los que no
teñirse
No obstante, sí aconseja evitarlo en caso de alergia al
tinte, así como en procesos inflamatorios del cuero cabelludo (psoriasis,
dermatitis seborreica, por ejemplo), así como en el embarazo. En este último
caso, el doctor Morales explica que un estudio epidemiológico realizado en
Brasil demostró una incidencia mayor de leucemia en menores de dos años cuyas
madres se habían teñido el pelo en el embarazo.
Eso sí, el experto del Hospital Ramón y Cajal de Madrid no
ve inconveniente en que se proceda a la coloración del pelo durante la etapa de
la lactancia materna al no percibir riesgo para el bebé.
Finalmente, el doctor Morales destaca que la relación que
existe entre teñirse el pelo y la calvicie es falsa, ya que los tintes no
tienen capacidad de dañar la raíz del folículo piloso. "La coloración no
se recomienda en casos como la psoriasis o la dermatitis seborreica, así como
en otras alopecias inflamatorias en fase activa porque al empeorar la
dermatosis empeorara la alopecia causada por ésta, pero en sí el hecho de
tintarse la melena no provoca alopecia", sentencia el especialista de la
AEDV.